domingo, 28 de noviembre de 2010

Otra vez agua

OC y su novia entran al edificio. Ella se apura, no tiene piloto ni paraguas, va poco mojada y llega antes que él. Él va tranquilo, empapado, camina descalzo por calles y veredas mojadas zapatos en mano.

Si, la lluvia mojó las fotos que tenía de ellos. ¿Pueden creerlo?














Si quiere saber más sobre OC (y su novia) puede hacer click aquí

martes, 23 de noviembre de 2010

¿Falta de espacio, comodidad, o más mensajes mafiosos?

Después del episodio del robo de la cadena de la bicicleta de Cora, Abi consiguió la llave de un cuartito que hay  en planta baja. En ese cuartito, el portero guarda sus elementos de limpieza y OC guarda su bicicleta. No es un gran espacio pero, con algo de buena voluntad, desde el día de aquel primer mensaje mafioso también entra la bicicleta de Cora (con cadena nueva).

La ultima vez que vino Cora, Abi baja a abrirle y juntas van hacia el cuartito de planta baja. Abren la puerta y se encuentran con que además de las cosas del portero y de la bicicleta de OC, hay un colchón de somier tamaño Queen. El colchón está embalado, está nuevo, recién llegado.

Esta vez, hizo falta mucha buena voluntad y unas cuantas maniobras para que entrara la bici de Cora. Cuando se fue Cora ése día y abrieron la puerta del cuartito, ya no estaba la bici de OC.

Abi dice que sólo tres personas tienen la llave de ése cuartito: OC, el portero (que ése día no vino) y ella misma.

¿OC compró nuevo colchón para sorprender a su novia? ¿Su novia quiere sorprenderlo a él y mientras recepciona en el salón de belleza guardó el colchón ahí? ¿Alguien más tiene la llave y no quiere que en ése lugar se guarden bicicletas más que la de OC? ¿O es OC mismo que por alguna razón que se me escapa no quiere compartir ése lugar?

Probablemente no sea más que una nueva forma de su desorden.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Después de la lluvia

El viento sopló, el sol salió y el fin de semana las veredas, los cafés, los bares y los negocios se llenaron de gente.

En Delicity (un cafecito que está al lado del Café de París) dos hombres charlan sentados a una mesa en la vereda. Les calculo algo más de 50 años.

Uno le dice al otro, en voz alta (Clarín abierto en mano): "Esto termina mal. Termina con una hiper o con una explosión. Va a ser un bananerismo total. O... o... no sé."

domingo, 14 de noviembre de 2010

Y después, la lluvia

No fue una lluvia torrencial. Fue una lluvia tímida. Muy medida.
Apenas salpicó un poco la regadera.
Y otro poco una tela de araña que hay en la maceta que está frente a la mía.
Otras gotas mínimas cayeron sobre estas hojas en mi maceta.
Pero esas pocas gotas fueron suficientes para que algunos bichos entraran
a la casa. Miren lo que Abi encontró en el living.

martes, 9 de noviembre de 2010

Calor

Esta foto no la saqué el domingo a
a la noche, pero sepan que es parte
de nuestra bella terraza.

El domingo hizo mucho, mucho, mucho calor. Yo me quedé en el balcón, pero Abi, Sereno y Otto salieron. Cuando volvieron ya era de noche y subimos todos a la terraza. Corría un aire casi aliviante, la noche estaba clara todavía y se recortaba perfecta una uña finita de luna creciente.

Abi se abstrajo. Mientras volvía a la realidad comentó con Sereno que esa tarde se había sentido como en una película de Lucrecia Martel.

Creo que la terraza tiene
detalles poéticos como por
ejemplo, esta canilla.

Habían estado en el jardín de su madre. Otto en malla jugando con la manguera abierta sobre la laja caliente. Abuela (de Abi) levantándose para llamar a su casa (en donde vive sola) para avisar que estaba allí (y no allá, en su casa). Padre (de Abi) yendo a dormir la siesta, hermana jugando con sobrina a vestirse con ropa de cuando eran chicas las que ahora son grandes, buscando un traje de baño para que sobrina acompañe a Otto con la manguera sobre la laja, resignándose y saliendo a mojarse en bombacha propia y musculosa prestada. Madre terminando el pote de helado, rodete alto, ofreciendo café (otra vez).

-Sí sí- dijo Sereno- todo eso, pero sobre todo, el calor.






lunes, 1 de noviembre de 2010

Milanesas

No me animé a dibujarle las orejas
Kika escucha que en La Bola de Oro tiernizan las milanesas a las dos de la mañana. Parece que están desbordados por la demanda.

Qué difícil vivir con ése oído.





Si recién encontró este blog y quiere saber
qué más escucha Kika, haga click aquí
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