Un hombre joven pasa gritando:
-¡No, no pude llegar a las ocho! ¡Y bueno, no pude llegar a las ocho! ¡Porque estaba laburando no pude! ¡Porque te la pasás diciendo que no hay plata!- camina y le habla al teléfono mientras se cubre de la lluvia debajo de los toldos de los negocios.
Serán las nueve y media de esta noche invernal. La lluvia está fría. Él va sin paraguas. Es alto y flaco y sus gritos se escuchan muy claros a través de los vidrios de la ventana.
Una hora más tarde llueve más fuerte, afuera no pasan ni los autos y la misma voz rompe el silencio de la lluvia:
-¡Andate a la @·#*!&, la @·#*!&!
Camina hacia el otro lado. Va mucho más mojado.
miércoles, 22 de junio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
lunes, 6 de junio de 2011
Aparecidos
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Siempre llegan ruidos desde la habtiación de Otto. |
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Esté él ahí o no, esté él dormido o despierto, siempre hay cuchicheos, especies de signos de vida. |
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El otro día hice guardia en la ventana y además de ver qué pasaba, logré sacar algunas fotos. Llegan desde el tercer cajón de la cómoda. Van en auto, ojo. |
jueves, 19 de mayo de 2011
Sombras nada más
En esta época del año entre las tres y las cuatro de la tarde el sol va bajando hacia el oeste y la terraza de acá arriba aparece como una sombra oscura en el edificio de enfrente. Se adivinan las barandas, algún que otro parante de la pérgola.
Esta tarde también se vio la sombra de un hombre. Camina de un lado a otro. Aparece y desaparece. Finalmente, se acoda en una esquina y fuma un cigarrillo.
miércoles, 18 de mayo de 2011
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