jueves, 16 de diciembre de 2010

Puertas chorreadas

¿Podrá pasar por ése espacio una
puerta licuificada ante una ola
de calor repentino?
Un misterio. Un miedo. Aparecieron tres puertas chorreadas en el primer piso. No son las nuestras. Son las de Mamá C y sus hijos.

Chorrean algo viscoso. En el medio de la puerta, en la cerradura o al azar, por la mitad. ¿Será Barniz? ¿O será que el calor ahora también derrite la madera?

¿Estaremos ante la posibilidad de que las puertas se ablanden como manteca y se escurran goteando debajo de los pisos flotantes (originales) viejos y astillados?

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