miércoles, 9 de junio de 2010

Sólo ruidos

Ayer. Dos de la mañana. Yo dormía en mi maceta y me despertó un ruido de vidrios rotos seguido de más ruido de vidrios rotos. Para terminar, un grito: "Ladrones".

Abi se levantó y cerró la persiana del living.

Por mi parte, no pude ver de dónde gritaron, ni ventanas arruinadas ni restos de vidrio. No pude ver nada. Eso fue lo peor.

domingo, 6 de junio de 2010

El pianista no está solo

Esta mañana, mientras intentaba sacar una buena foto a una pelea que estaba por ocurrir por un auto mal estacionado, escucho, además del pianito de los domingos, una voz que lo acompaña.

Miro hacia el Café de París y veo un hombre que canta sentado desde su mesa. Canta un tango que no puedo reconocer. Lo busco y lo busco en mi memoria de enano y aunque me gustaría poner acá alguna parte de la letra, no puedo acordarme.

Cuando termina lo aplauden el pianista, la moza y otros que como él se sentaron a tomar un café.

Después le explica al pianista que no puede seguir cantando porque está algo mal de la garganta, ojea la carta y finalmente pide un cortado en jarrito.

viernes, 4 de junio de 2010

¡Los enanos de Blanca Nieves están en Vicente López!

Vicente López es enanofriendly, claro. Estos jardines suntuosos y también estos pequeños jardines bien cuidados. A mucho jardín, mucho enano.

Ahora bien, nunca imaginé encontrarme con los enanos de Blanca Nieves. ¿Cambiaron su pequeña casa en el bosque por esta gran casa blanca cerca de la ciudad, del río, del tren? ¿Habrán resignado su vida medieval para trabajar por un sueldo fijo y seguro médico?

Véanlo en las fotos que siguen. Hay cuatro enanos apostados como vigilantes en distintos niveles de cemento de una casa blanca. ¿Estarán los otros tres en el fondo? ¿Estarán trabajando en alguna empresa de seguridad?

Y claro, como no podía ser de otra manera, están justo en esa casa en donde una vez, a unos chicos no les avisaron que la puerta negra estaba recién pintada (hagan click acá para ver lo que dije sobre esa puerta recién pintada).


¡No me extraña!

El que está arriba del tanque es "Mudito", el de abajo, puede que sea Sabiondo.

 ¡Y estos dos creo que son Feliz y Cascarrabias!

jueves, 3 de junio de 2010

Más sobre OC

OC solía vivir con una mujer de su edad (alrededor de 50) que no era la madre de su hija. Su vecina contigua contaba que se gritaban y se gritaban y escuchaba todo perfecto por la medianera de la cocina.

La mujer era pelirroja. Tenía un pelo tan perfecto que parecía el de una muñeca. Flequillo, ondas en las puntas, brillo en todo el pelo. Siempre la veía con un piloto marrón claro (aunque no lloviera). Siempre con gesto oscuro en la mirada. Salía temprano y volvía tarde.

Una vez que vio a la administradora por los pasillos, le pidió por favor que obligara a OC a dejar entrar a los fumigadores. Dijo que había tantos bichos y que ella ya no podía vivir en ese desorden. Le dijo "venga, pase, mire. ¿A usted le parece que yo tengo que vivir en semejante mugre?"

Quienes vieron la puerta del departamento de OC abrirse para los ojos de la administradora, comentaron acá abajo en la entrada (pensando que nadie escuchaba, claro), que a medida que se ampliaba el ángulo de apertura, se ampliaba la posibilidad de ver desorden y suciedad a tal punto que era difícil entender como alguien podía vivir allí.

Poco después la pelirroja desapareció y también los gritos entre ellos.

miércoles, 2 de junio de 2010

OC, un vecino


OC es un señor pelado con barba canosa y mirada extraña. Habla poco, rápido y apenas abre la boca. No se bien como salen los sonidos de esa boca.

La primera vez que lo vi, yo estaba en una maceta en el living, con una planta de interior de hojas grandes (que horror, un enano de jardín en un living, locuras de Abi y Sereno).

Varios vecinos se habían citado en este departamento por un tema de consorcio. Algunos ya habían llegado cuando sonó el timbre. Abi abrió la puerta y entró OC mirando a las paredes como si fueran el horizonte. Dió apenas unos pasos y se quedó quieto. "Yo vivía en este departamento cuando era chico. Mis hermanos y yo dormíamos en esa habitación", dijo mientras señalaba la actual habitación de Ottito.

En eso, se arrodilla (una rodilla en el piso la otra no) y mira hacia arriba. Silencio. Parecía ser parte de otra realidad. "Acá estaba parado yo cuando a los 9 años mi padre me dio por primera vez un arma", dijo. Más silencio.

Enseguida se paró, saludó a los presentes y comenzaron todos a analizar los números del consorcio en los últimos meses.

Sobre qué hacer con las ratas, dijo que entiende que el consorcio quiera llamar a un exterminador, pero que para él no son un problema porque cuando las ve en el aireyluz les tira con aire comprimido desde la ventana.
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