martes, 26 de octubre de 2010

Mamá C: sus encierros, sus escapes

Balcón
Mamá C está en el balcón. Un balcón cercado por una red (¿para que no se escape el gato?). Está sentada. Al lado, unas plantas. Al lado, el gato. Un gato peludo color marrón claro y blanco.

Empieza a caer la lluvia. Mamá C quiere entrar. Pero no puede. Golpea la puerta y grita: "Abrime la puerta, abrime la puerta, abrime la puerta".

Sigue golpeando.

Después de 10 minutos parece que alguien le abre la puerta (o por alguna otra razon deja de golpear y gritar).

Hall de entrada
Está a punto de empezar una reunión de consorcio. Llega Roberto C con Mamá C del brazo.
-Ya vengo- dice él.

Entran al ascensor. Se escucha que se abre la puerta de un departamento. Se escucha que se cierra la puerta de un departamento.

Llega Roberto C por la escalera al hall. Empieza la reunión. A los cinco minutos, se escuchan golpes violentos desde una puerta del primer piso. Se hace silencio en el hall. Los que saben miran de reojo sin mirar a nadie (pupilas a la derecha, pupilas a la izquierda). Los que no saben, miran de frente y preguntan qué pasa.

Roberto dice que ya viene y se apura por la escalera.

Aire
Sale Abi con Otto. Mamá C está en el hall. Comentan sobre el robo de la cadena de la bicicleta. Mamá C parece no escucharla, pero la acompaña hasta la puerta. Cuando Abi está saliendo, Mamá C se apura y le pregunta: -¿Puedo salir? Quiero ver un poco el aire.

Vereda
5 de la tarde de un día de primavera. Mama C en la vereda. Sale la secretaria del Dr.G, la ve y la saluda.
6 de la tarde del mismo día. Mama C en la vereda. Sale la secretaria del Dr.G, la ve y la saluda (otra vez)
7 de la tarde. Mismo día. Mama C en la vereda. Sale la secretaria del Dr.G, la ve y le dice:
-¿Todavía usted acá?
-Si -dice ella- estoy esperando a mi hijo.
Aquí la tienen.
-¡Vamos- dice la otra- usted está esperando que la primavera le traiga un novio!

Llaves
Mamá C sale del ascensor. Abi está entrando y le pregunta si quiere que le deje la puerta abierta.
Ella dice: -No gracias, tengo llaves.
Lo dice mientras la mira sonriente y triunfante (los ojos achinaditos miran hacia la izquierda y hacia arriba) y le muestra las llaves. (¡¿?!)

Charla
Abi y Mamá Nicomio charlan en la vereda. Mamá C está a escasos 20 metros. Las mira.

Llega Graciela, su hija. Mirando para abajo le dice:
-Vamos mamá, vamos a caminar.
-No, no- le dice ella- me quiero quedar acá.

Muñeca

Un día
Pasa Abi con Ottito y Mamá C dice:
-Qué preciosura, una muñeca.
-Es un varón señora- contesta Abi.

Otro día
Pasa Abi con Ottito y Mamá C dice: 
-Qué preciosura, una muñeca. 
-Es un varón señora- contesta Abi.

Y así sucesivamente.

(Pero) Ootro día:
Pasa Abi con Ottito y Mamá C dice:
-Qué preciosura, una muñeca.
-Gracias- contesta Abi.
-¿Cómo se llama?- pregunta Mama C.
-Otto, enfatiza Abi
-Ah! ¡¡¿¿Pero es un varón??!!!

Entonces...
Pasa Abi con Ottito y Mamá C dice:
-Qué preciosura, una muñeca
-Gracias- dice Abi.
-Ah! ¡No! Cierto que es un varón y yo siempre me lo confundo con una nena- recuerda Mama C.

Pero no.
Pasa Abi con Ottito y Mama C dice:
-Qué preciosura, una muñeca.

4 comentarios:

  1. Es vieja la discusión sobre el carácter virtuoso o no de la persistencia. Pero, evidentemente, lo que no es discutible es que es un fenómeno de borde.

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  2. Y si. De borde, pero de todos los días Anónimo. De todos los días.

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  3. Dos cosas... Manolo también es una nena y EXCELENTE RETRATO!!!

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  4. Creo que, excepto su amado hijo varón, Roberto, todos los demás, son nenas.

    El retrato tiene problemas, la boca por ejemplo, pero tu comentario me anima a seguir participando.

    Con problemas o no, había que mostrar a Mamá C.

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