Acá los tienen. Caminando del brazo en las calles arboladas. |
Siempre juntos.
Él le dice: -Estás hermosa -o- ¡Qué elegante!
Pero además le susurra líneas. Por ejemplo para el verdulero:
-Tres kilos de naranjas para jugo.
Y entonces ella:
-Tres kilos de naranjas para jugo.
Y susurra los nombres de la gente que pasa:
-Ahí pasa Adela
Y después ella:
-¡Chau Adela querida!
Y así.
Siempre juntos. Mamá C y su hijo Roberto.
Hermoso, hay una ambivalencia en el dibujo que me gusta. Es tiempo atrás... una madre de pelo corto llevando a su hijo... no, no, es un hombre que lleva a su madre como a una niña.
ResponderEliminar¿Quién cuida a quién, no?
ResponderEliminarNo había hecho esa lectura del dibujo, pero tienes razón. Me gustó mucho la entrada y el dibujo.
Gracias Bustos, gracias Ana. A mí me gusta verlos caminando juntos. Se les nota el amor.
ResponderEliminarSí, muy bonito. Y es que es así, los viejitos vuelven a ser chicos y sus hijos se convierten en padres. Linda calle arbolada!
ResponderEliminarSi. Y he observado que en general los hombres que llegan a ocuparse de sus madres cuando son viejitas, lo hacen con bastante más devoción (cariño y cuidado) que las mujeres hijas de esas mismas madres.
ResponderEliminarY las calles por acá son así de arboladas y lindas. Tenemos esa suerte.