Acá está la chinita, veanlá,
pero para conocerla en persona,
vengan a Sonrisas y
pidanlé un chau-fan.
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Cuando la mujer de José no pudo estar más en la caja porque nació su segundo hijo, Li, la mano derecha de Hugo fue a ayudar a José y en la caja de Hugo apareció su sobrina: una chinita que usa guantes de látex, chaquetitas a cuadros y jeans tiro bajo. Es una chinita muerta de risa. A cada cliente un chiste, a cada comentario una sonrisa.
A la chinita le gustó Vicente López y se mudó con su novio acá a la vuelta. Como si eso fuera poco, abrió una rotisería china en esta cuadra (con gato chino de la fortuna incluido). Se llama Sonrisas la rotisería, aunque a veces ella está en la puerta llorando a gritos en chino por celular.
Y de paso les cuento que en "Tokio", he visto como ahora que no está más la chinita de cajera, le venden alcohol a menores.
ResponderEliminarEntonces habrá que ir a Toronto (sobre todo para averiguar el origen del nombre).
ResponderEliminarAh, el dibujo está excelente, el relato en su brevedad, también.
ResponderEliminarBuenas don Bustos! a Toronto o a Erik, que es un mini-mercado NO chino, pero mini-mercado al fin.
ResponderEliminarAh! y gracias por los cumplidos don Bustos! Hay mucho por decir sobre esta ala de China Town, en principio la Chinita es su exponente de mejor color.
ResponderEliminarSaludos!
que lindo retrato de la chinita que sonrie mucho...lástima que llore por telefono
ResponderEliminarEs que ella es muy intensa...
ResponderEliminarQué gracioso, ni Toronto ni Tokio están en China...
ResponderEliminarEs cierto Ana, pero ambas son ciudades que empiezan con T... ¿Tendrá algo que ver?
ResponderEliminarA mí lo que más gracia (y curiosidad) me da es el secreto criterio con se eligieron sus nombres en español. Juro que a Hugo le queda muy bien Hugo y a José le queda muy bien José.